En primer lugar, vamos a hacer el pisto. Para ello, cortamos todos los vegetales en dados muy pequeños y los pochamos en una sartén con aceite de oliva. A continuación, los secamos con papel de cocina.

Freímos la patata y la mezclamos en una olla con los vegetales. Cubrimos con la salsa de tomate y dejamos estofar unos minutos.

Añadimos el huevo batido y ponemos a punto de sal y pimienta.

Para los huevos escalfados, ponemos agua a hervir con un chorro de vinagre y sal. Echamos los huevos muy despacio para evitar que se rompan y los dejamos  cocer durante 3 minutos. Los apartamos del fuego y los metemos en agua y hielo.

Por otro lado, le quitamos la piel a la morcilla. Con ayuda de un rodillo, estiramos el hojaldre y envolvemos con él la morcilla. Precalentamos el horno a 190º C. Pintamos el hojaldre con huevo batido y lo metemos al horno hasta que se dore, unos 20 minutos aproximadamente.

Para el pastel de patata, primero cortamos la patata, una vez que la tengamos pelada, en rodajas lo más finas que podamos. Las metemos en agua fría unos 2 minutos y la secamos.

Batimos los huevos, añadimos la nata liquida y el perejil picado. Salpimentamos.

En una bandeja de horno, ponemos una capa de patatas, encima un poco de crema de nata y a continuación, un poco de cebolla en juliana. Así sucesivamente, patata, crema, patata, crema. Metemos al horno precalentado a 200º C unos 30 minutos.

Mientras, cortamos el solomillo de cerdo en medallones. Lo salpimentamos y lo doramos en una sartén con un poco de aceite. Cuando esté dorado, lo sacamos y le ponemos un poco de queso parmesano rallado por encima.

Entonces, lo metemos al horno precalentado a 200º C unos 7 minutos.

Ponemos en un plato la morcilla de arroz cortada en rodajas de unos 4 cm cada una. A continuación, el pisto con ayuda de un molde circular y encima de éste, el huevo escalfado caliente, los medallones de solomillo gratinados con queso y el pastel de patata.