1 Precalentamos el horno a 170 ºC y preparamos un molde para cupcakes, colocando capsulas de papel en cada cavidad.

2 En un bol tamizamos las dos harinas con las especies. Nosotras tenemos lo que en Estados Unidos comercializan como “especias para pastel de calabaza”. Mi hija Paula dice que es nuestro ingrediente secreto jeje, es muy fácil si queréis haceros un botecito: canela, nuez moscada, jengibre y clavo de olor y ya tenéis vuestras especias de pastel de calabaza.

3 En otro bol mezclamos la mantequilla y el azúcar, con la batidora a velocidad media. Añadimos un poco de colorante naranja, no es imprescindible, solo si queremos darle un tono más naranja.

4 Añadimos los huevos, uno en cada tiempo, y mezclamos bien después de cada añadido. Incorporamos la pasta de vainilla y el puré. Mi hija no se podía creer que tenia que poner su puré de calabaza en un postre jeje

5 A velocidad lenta, añadimos la mitad de la mezcla de harinas y la mitad del buttermilk. (Si no encontramos podemos sustituirlo por 120 ml de leche mezclada con una cucharadita de zumo de limón). Repetimos el proceso hasta que queden todos los ingredientes integrados.

6 Rellenamos las capsulas y horneamos unos 25 minutos. Dejamos enfriar sobre una rejilla.

Preparacion del frosting. Ingredientes: 87 g de crema de queso 225 g de azúcar glas tamizado 75 g de mantequilla, a teperatura ambiente ¼ de cucharadita de canela Colorante naranja En un bol mezclamos todos los ingredientes y batimos a velocidad media unos 5 minutos. Ponemos un poco de la mezcla encima de un cupcake y ponemos otro encima para hacer la forma de la calabaza.

Con un poquito de fondant hacemos los ojos y el rabillo de la calabaza y ya tendremos unos buenísimos cupcakes de calabaza. Mi hija disfruto mucho haciéndolos y comiéndolos!!! Feliz Halloween