Para la masa: con nuestra amasadora, usando el gancho vamos a mezclar, en primer lugar, la harina con la sal, el azúcar y la levadura. Incorporamos el agua, tibia, y el agua de azahar, los huevos batidos y amasamos a velocidad media-baja durante 20-25 minutos. Si tu batidora coge mucho calor, puedes parar el motor cada 5 minutos y que “descanse” uno. Pasado ese tiempo la masa debería estar muy elástica y despegarse de las paredes del bol.

Sin dejar de amasar, incorporamos poco a poco la mantequilla para que se vaya incorporando y seguimos amasamos hasta que esté plenamente incorporada y la masa esté muy elástica y brillante, otros 10-15 minutos. Conseguiremos una masa muy suave, lisa y con una membrana espectacular.

Pasamos la masa a un bol engrasado y dejamos fermentar durante 2 horas a temperatura ambiente y después en nevera durante toda la noche. 

Pasado ese tiempo, vamos a formar nuestra corona. Después, la vamos a colocar en nuestra bandeja cubierta por papel de horno bien. Dejaremos fermentar cubierta otras 2-3 horas, hasta que haya crecido de nuevo visiblemente. En ese momento, precalentamos el horno a 180º, pincelamos el brioche con huevo (y lo decoramos con el azúcar perlado, si lo vamos a usar). Horneamos durante 22 minutos o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.