En un bol mezclamos la mantequilla con los dos tipos de azúcares hasta que sea una mezcla homogénea.

Añadir los huevos, uno a uno, para que se integren bien en la mezcla.

Añadir la mantequilla de cacahuete y mezclar bien.

Tamizar en un bol a parte la harina junto con la levadura, el bicarbonato sódico y la sal. La sal tiene que ser fina por que si no no pasa por el tamiz.

Juntar la mezcla de la mantequilla con la harina tamizada. Batir lo justo para que se integre.

Echarle los chips de chocolate y los cacahuetes.

Con una cuchara de helados ir cogiendo bolitas de la mezcla y ponerlas sobre una superficie con papel de horno. Mi cuchara de helados es mediana y me salieron 20 galletas bastante grandes, si lo haceis con una cuchara de sopa os saldrán muchas más.

En las bolitas de masa, ponerles 3 o 4 chips de chocolate para que al hornearlas se vean algunos en la superficie de la galleta.

Refrigerar durante al menos dos horas, hasta que las bolitas se queden duras.

Precalentar el horno a 180 grados y poner las bolitas en la bandeja del horno sobre un papel de horno bien separadas. Hornear unos 13-15 minutos. Cuando las galletas estén doradas sacar del horno y dejar enfriar del todo sobre una rejilla. Mucho cuidado al pasarlas de la bandeja a la rejilla, por que están muy blanditas recién sacadas y os las podeis cargar.

Cuando las galletas estén completamente frias derretir un poco de chocolate negro y meterlo en una manga con una boquilla redonda pequeñita. Hacerles las patas a los chips de chocolate que sobresalen en la galleta para que parezcan las arañas y... ¡listo!.