En primer lugar, quitamos la piel y la grasa de los contramuslos. Deshuesamos con ayuda de un cuchillo, los cortamos en trozos medianos y los pasamos a un bol. Reservamos.

A continuación, preparamos una pasta de nata y anacardos. Para ello, disponemos en un vaso apto para batidora los anacardos, la nata, la pimienta blanca y la piel de naranja. Trituramos con ayuda de una batidora de inmersión y reservamos.

Embadurnamos los contramuslos con la pasta de ajo y jengibre y una parte de la pasta de nata y anacardos que hemos preparado. Reservamos la pasta de nata y anacardos en un bol aparte y la dejamos marinando durante 6 horas en la nevera.

Pasado ese tiempo, retiramos el pollo de la nevera, dejamos atemperar y reservamos en una bandeja apta para horno.

Vertemos un chorrito de vinagre a la pasta de nata y anacardos que nos ha sobrado y teníamos reservada y mezclamos.

Seguidamente, con ayuda de una espátula, untamos un poco de la pasta de nata y anacardos mezclada con vinagre por la parte superior de los contramuslos. Esto es para que cuando lo horneemos, nuestros contramuslos tengan un toque crujiente.

Precalentamos el horno a 230ºC

A continuación, introducimos la bandeja en el horno, bajamos la temperatura a 160ºC y cocinamos durante 6-7 minutos.

Mientras se hornea, mezclamos en un bol los trozos de mango, un poco de aceite de oliva, pimienta blanca molida, un poco de sal y un chorrito de zumo de lima. Reservamos.

Retiramos la bandeja del horno y emplatamos distribuyendo unas cucharadas del mango troceado por encima. Coronamos con unas hojitas de cilantro fresco.

Servimos.