En primer lugar, precalentamos el horno a 200ºC.

Seguidamente, deshuesamos el conejo de la siguiente manera: cortamos la paletilla o patas delanteras y las traseras, siguiendo la línea del músculo. Rompemos el cartílago con las manos y cortamos. Reservamos.

Para extraer el solomillo, ponemos el tronco del conejo boca abajo y tanteamos con los dedos su columna. Cortamos con cuidado la carne que hay justo al lado de la columna, hasta llegar a la última costilla. 

Machacamos los dientes de ajo, dándoles un golpe seco con la mano. Reservamos.

Cortamos dos trozos de papel de aluminio, colocamos uno de ellos sobre nuestra superficie de trabajo e incluimos en uno de ellos los trozos de conejo. Salpimentamos, y añadimos el ajo machacado, romero, tomillo, salvia y un chorrito de aceite de oliva.

Formamos un paquete con el papel de aluminio, envolviendo el conejo y volvemos a envolver con el otro trozo para protegerlo bien. Una vez protegido, lo pasamos a una bandeja para horno.

Horneamos durante dos horas a 200ºC en la parte central del horno.

A continuación, ponemos al fuego una sartén a temperatura media con un chorrito de aceite de oliva. Salteamos los tomates con su rama y los pimientos dándole vueltas con cuidado de que no se queme. Salamos y reservamos.

Cortamos 4 rebanadas de pan en trozos de 4 cm aproximadamente. Reservamos.

Pasadas las dos horas de horneado, sacamos el conejo, lo desenvolvemos y emplatamos vertiendo un chorrito de aceite de oliva. Acompañamos nuestro plato con los tomates, los pimientos salteados y los trozos de pan. Decoramos con unas hojitas de albahaca.

Servimos.