Comenzamos calentando la leche con el ron, la vaina de vainilla con sus semillas —o la vainilla en pasta— y la mantequilla. Cuando comience a hervir, apagamos el fuego, tapamos y esperamos a que vuelva a temperatura ambiente.

Por otro lado, mezclamos bien los huevos con la yema y el azúcar. Incorporamos la harina tamizada y removemos de nuevo hasta que la masa sea homogénea. Poco a poco, vamos a añadiendo la leche infusionada. Si hemos usado una vaina de vainilla, debemos recordar retirarla.

Colocamos la masa en un recipiente hermético y la dejamos en la nevera 24 horas (

Pasado este tiempo, precalentamos el horno a 230 °C. Engrasamos bien el molde usando mantequilla fundida. Pintaremos cada cavidad.

Llenamos los moldes hasta arriba y horneamos los primeros 15 minutos a 230 °C. Después, bajamos la temperatura a 180 ºC y horneamos 50 minutos más.

Desmoldamos sobre una rejilla y esperamos a que se enfríen por completo antes de comer.