Calamares a la riojana Por:
Claves
Ingr. prin.:Pescados y Mariscos
Plato:Plato único
Estilo: Cocina española,
Ambiente: A diario,
Tiempo: medio
Dificultad: medio
Ingredientes principales
1 Kg Calamares
200 g guisantes
2 zanahorias
3 dientes ajo
1 cebolleta
1 pimiento verde
1 tomate maduro
1/2 litro caldo aneto de verduras
1 hoja laurel
una pizca sal
8 granos pimienta negra
1/2 cucharada pimentón dulce
1 cucharada orégano
4 cuchardas Aceite de oliva virgen extra
  1. Receta paso a paso
  2. Comenzamos limpiando los chipirones, Le podéis quitar el interior y los ojos, incluso la piel, pero yo os recomiendo quitarle solo los ojos, para que no salpiquen y no dejen la salsa negruzca. La piel le da un color rojo muy bonito a la salsa y el interior lo cortamos pequeñito y da mucho sabor, me refiero al saco genital y las vísceras, no al plastiquillo, como dicen los niños, eso fuera. Bueno los cortamos a rodajitas y los dejamos apartados.



    Picamos los ajos en lonchitas y la verdurita pequeñita. Ponemos en un cacharro, si puede ser de barro mejor, el aceite y el laurel con los granos de pimienta. Cuando esté caliente, con el fuego medio alto, añadimos los ajos. En el momento en que empiecen a dar olor añadimos la cebolla y un poquito de sal. Pochamos despacito y añadimos el pimiento, con otro poquito de sal y finalmente el tomate.



    Cuando el tomate haya reducido, añadimos los chipirones. Removemos y empezará a soltar caldo. Pasados un par de minutos añadimos los guisante y la zanahoria, y al cabo de un par de minutos más, el pimentón y el vino.

    Ahora reducimos un poco la fuerza del fuego y tapamos. Pasados 2 ó 3 minuto, que el alcohol se disipe, añadimos un poquito de agua, no mucha es mejor que se la añadamos poco a poco, y cuando digo un poco, me refiero a lo mejor a ½ vaso.

    Cuando todo esté tierno, ya está listo. Como el agua la hemos añadido poco a poco no hace falta dejar reducir la salsa y que pierdan textura ni los chipirones ni los guisante y las zanahorias.


    Podemos acompañarlos con unas patatas fritas de verdad, o con un arroz blanco, salteado con un diente de ajo y perejilillo, etc.