La repostera Eva, vecina de Albeta, nos prepara un postre que heredó de su abuela, la Borracha de polcas.

Lo primero que tenemos que hacer es cortar las magdalenas por la mitad y las bañamos en un plato con el vino moscatel. Reservamos la parte de arriba.

Una vez empapadas en el moscatel, preparamos la base colocando las magdalenas en forma de roscón.

Para la preparar la crema, apartamos 3 cucharadas de leche fría en un cuenco y vertemos el resto de leche en un cazo junto con una rama de canela. Dejamos cocer a fuego medio.

A continuación, cascamos los huevos y separamos la clara de la yema. Añadimos 3 cucharadas de azúcar a las yemas y batimos. Reservamos.

En un bol aparte, mezclamos la leche fría que habíamos reservado con 3 cucharadas de harina de maíz hasta que quede una masa espesa. Una vez lista, la mezclamos con las yemas y el azúcar.

Cuando la leche haya hervido, retiramos las ramas de canela. A continuación, vamos echando poco a poco la mezcla que hemos preparado sin dejar de remover, hasta que espese y adquiera la consistencia de crema pastelera.

Cuando esté listo, retiramos la olla del fuego y reservamos para después.

Seguidamente preparamos las claras a punto de nieve. Para ello, mezclamos las tres claras de huevo con tres cucharadas de azúcar. Batimos hasta que la clara adquiera ese toque especial de punto de nieve.

Rellenamos las magdalenas con la crema pastelera que hemos preparado.

A continuación, cerramos con la parte de arriba de las magdalenas y decoramos con las claras a punto de nieve y unas bolitas de azúcar de colores.

Servimos.