Precalentamos el horno a 180 °C con calor arriba y abajo, o a 165 ºC si usamos aire. Engrasamos y forramos nuestro molde cuadrado de 18 cm; también puede ser un molde de 28 x 18 cm.

Calentamos la mantequilla en un cazo lentamente hasta que empiece a oscurecerse y tome un bonito color dorado; la temperatura estará en torno a 130 ºC. ¡Cuidado, quema muchísimo! Reservamos y colamos a través de una tela tipo muselina para retirar los sólidos lácticos. Dejamos que vuelva a temperatura ambiente y pesamos 165 g, que es lo que necesitamos.

Una vez tenemos lista la mantequilla avellana añadimos la panela. Removemos bien. Incorporamos el huevo y la vainilla. Añadimos la harina, tamizada, y la pizca de sal, y una vez tenemos una mezcla homogénea, agregamos los trozos de nueces y los chips de chocolate. La masa estará brillante.

Repartimos la masa en el molde. Alisamos la superficie con una espátula y decoramos con nueces pecanas y más chips de chocolate.

Horneamos sobre unos 25 - 30 minutos o hasta que al pinchar salgan migas pegajosas pegadas, pero no masa líquida.

Dejamos enfriar por completo en el molde antes de desmoldar y cortar en cuadrados o rectángulos.