En primer lugar, desharemos la mantequilla en el microondas. Reservamos.

Seguidamente, añadiremos en un bol los frutos secos, el azúcar y la canela, y mezclamos bien. Reservamos.

Empezamos a preparar la baklava. Desenrollamos la pasta philo, debemos actuar rápidamente, porque la pasta se seca en contacto con el agua. Comenzamos pincelando con la mantequilla el fondo del molde que vayamos a usar. Y seguidamente añadimos una lámina de la pasta philo, que pincelaremos con mantequilla. repetiremos este proceso unas cuantas veces (unas 10 veces).

Cuando ya tenemos la base preparada, vertermos la mezcla de frutos secos. encima y sobre ellos una capa de pasta philo (que también pincelaremos con mantequilla). ESte proceso lo iremos intercalando hasta que nos quedemos sin relleno.

Acabaremos con otras 10 capas de pasta philo tal y como hemos hecho en la base.

Una vez, tenemos ya la tapa preparada, cortaremos porciones con el cuchillo para hacerle la decoración. Lo podemos cortar como queramos, en cuadrados, en rombos, etc. Y ya lo podemos meter en el horno, previamente precalentado a 180º durante 1 hora.

Mientas la baklava está en el horno prepararemos el almíbar. Pondremos todos los ingredientes en un cazo (azúcar, agua, miel, canela en rama y los clavos de olor) al fuego. Veremos que en poco rato empezará a espesar y ya lo podemos retirar. Dejamos enfriar.

Sacamos la baklava del horno y la dejamos enfriar antes de añadirle nuestro almíbar frío. Una vez fría, la bañaremos con el almíbar para que vaya penetrando bien por todos lados.

Cuando ya tengamos la baklava bien bañada, la acabamos de partir con una espátula y ya la tenemos lista para disfrutar.