En primer lugar, ponemos el bacalao en una sartén con aceite y lo freímos a fuego lento durante unos seis o siete minutos. Lo sacamos bien escurrido y lo separamos en láminas finas.

Colocamos una sartén a fuego con un poco de aceite y brotes de ajos tiernos.

Agregamos las láminas de bacalao.

Pasado un minuto, incorporamos los huevos batidos y salados, lo revolvemos todo, le damos la vuelta y tenemos la tortilla medio minuto por el otro lado, de manera que se forme una costra exterior y quede jugosa por dentro.

Por otro lado, picamos un poco de cebolla y un par de tomates, a los que les quitaremos las pepitas. Lo sofreímos en una sartén con aceite de oliva y añadimos unas huevas de sucedáneo de caviar.

Servimos la tortilla con el tomate como guarnición.