Salmón al horno y salsa roquefort

Salmón al horno y salsa roquefort

Hoy vamos a hacer una receta de salmón muy sabrosa y con la que seguro quedaremos muy bien y a un coste muy asequible además de ser un pescado muy saludable y el conjunto de la receta muy completa.

Lo he acompañado con una salsa de roquefort un poco más elaborada de lo normal, pero que realmente ha resultado muy buena. Si no nos gusta el roquefort, podemos cambiarlo por cualquier otro tipo de queso que nos guste, con la única condición que funda bien.

Para rematar el plato y utilizar sus bondadosos jugos, jejeje, también he añadido a la receta unos cuantos mejillones y unos gambones.

INGREDIENTES (para 4 raciones):
-Una cola de salmón de unos 600/700 grs. en dos lomos.
-Una cuña de unos 130/150 grs., aproximadamente, de queso roquefort.
-400 ml. de nata ligera 18% para cocinar central lechera asturiana.
-1/2 Kgr. de mejillones limpios de barbas y bigotes.
-8 gambones que les quitaremos la cabeza y pieles reservándolas.
-Eneldo, pimienta molida, ajo molido, sal Maldon, una cucharada de harina o ,maicena, mantequilla C.L.A. y aceite de oliva.
-Dos copitas de vino blanco seco. (Una pa lo mehillone y la otra pa mí.) ;)

PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a unos 180 grados, y comenzamos calentando una nuez de mantequilla en una sartén.

Cuando esté fundida le añadiremos aceite de oliva virgen extra para que no se nos queme la mantequilla.
Sofreímos las piezas de salmón por la parte la piel tan sólo unos minutos para que se tueste.

Pasamos los trozos a una fuente de horno, le añadimos un poco de pimienta recién molida y reservamos.

En un olla ponemos a cocer la copita de vino blanco y en cuanto comience a hervir, bajamos el fuego e introducimos los mejillones tapando la olla. Los tendremos unos 5 minutos hasta que veamos que están todos abiertos y los reservamos.

En la sartén de freir el salmón y sin quitarle el aceite, freímos las cabezas y las pieles de los gambones. Añadimos el caldo que nos ha quedado de los mejillones, machacamos las cabezas y pieles con el mortero y colamos el caldo resultante reservándolo.

En este momento introducimos el salmón en el horno precalentado, donde lo tendremos unos 12 minutos.

Pasamos un papel de cocina por la sartén y le añadimos una cucharada de aceite. Sofreímos una cucharada rasa de harina y cuando la harina tome color, le añadimos el caldo reservado de antes, moviendo con unas varillas para deshacer los posibles grumos.

Al espesar el roux anterior, le incorporamos la nata, el eneldo, el ajo, y media cuña de queso, movemos con las varillas a medio fuego para que se funda el queso y se incorporen todos los ingredientes.

Probamos la salsa y si vemos que es demasiado suave, le vamos añadiendo queso hasta que esté a nuestro gusto, si nos queda muy espesa añadimos un poco más de nata o leche, si nos queda muy ligera, dejamos reducir unos minutos moviendo con las varillas.

Tan sólo nos queda pasar los gambones por una sartén engrasada vuelta y vuelta, el salmón ya lo habremos sacado del horno y a emplatar.
Yo he preferido poner la salsa en recipientes individuales en vez de napar el pescado. Ponemos en un plato grande la salsera, unos mejillones sin cáscara, al lado un par de trozos de salmón con unas escamas de sal Maldon y encima dos gambones, espolvoreamos un poco de perejil y un hilo de aceite de oliva.

Y a la mesa.