Pan de vino tinto

En un bol ponemos todos los ingredientes a la vez. Recuerda que la sal no toque ni la levadura ni la masa madre natural. Meclalo todo bien con las manos o con la rasqueta de panadero hasta conseguir una masa homogénea de un color rosa precioso.

Pasamos la masa a la superficie de trabajo enharinada y vamos a amasar unos 10 minutos con el sistema Bertinet hasta que la masa deje de ser pegajosa y podamos formar una bola con ella. Después la pasamos a un bol y allí hacemos 3-4 amasados estiro-y-pliego tan y como vimos en ¿Cómo hacer pan en casa? veréis que la masa se pone dura y dejamos reposar tapado durante 2 horas aprox. hasta que doble su volúmen.

Doblado el volúmen, pasamos la masa a la mesa y retiramos el exceso de aire con los puños, dejamos la masa como si fuera una torta, plana y redonda. Ahora lo que vamos a hacer es añadir tensión a la superficie del pan para que el greñado (los cortes) sean más bonitos. Para ello lo que hacemos es ir formando una bola trayendo los extremos de nuestra torta hasta el centro. Y así varias veces hasta que veáis como se tensa la superficie del pan. Además nos servirá para ir metiendo más aire dentro del pan.

Lo ponemos, con la parte tensa hacia arriba ya directamente sobre la bandeja de hornear, lo cubrimos con un poco de de harina y lo tapamos. Dejamos levar unos 45 minutos. Cuando falten 15 minutos ponemos a calentar el horno a 220ºC. Ya sabéis, básico en el horneado de pan que este, esté muy caliente. Además podéis poner un bol con agua dentro del horno que aporte humedad y nos de una corteza más crujiente.

Acabado el segundo levado, hacemos unos cortes profundos en forma de cruz y horneamos durante 30 minutos a 180ºC. Deja enfriar sobre una rejilla.