•Ponemos la leche en un cazo, mezclamos con el té y llevamos a ebullición a fuego lento.

•Cuando empiece a hervir, apartamos y dejamos reposar 5-7 minutos. Remover bien la mezcla.

•En un recipiente apto para baño maría mezclamos el azúcar y las yemas de huevo hasta obtener una pasta homogénea de color pálido. Seguidamente incorporamos la leche tibia y mezclamos bien.

•Colocar la mezcla al baño maría y cocemos suavemente sin dejar de remover. Cuando esté espesando retiramos y seguimos removiendo un rato más. Después dejamos enfriar.

•Añadimos la nata, mezclamos bien y vertemos en un recipiente metálico. Metemos al congelador 3-4 horas hasta que el borde se congele.

•Sacamos del congelador y ponemos el helado en otro recipiente y batimos con la batidora hasta que quede cremoso y espeso.

•Metemos de nuevo al congelador y repetimos la operación 2 veces más.

•Cubrimos el helado con film transparente y dejamos un día en el congelador.

•Sacamos del congelador y metemos a la nevera 30 antes de servir.

•Se puede servir solo o acompañado de galleta, con cucurucho o acompañado de otros alimentos. En la foto lo hemos presentado con chocolate negro de 85% de pureza. Un sabor que compagina muy bien con este peculiar helado.