Disponemos a mano todos los ingredientes.
Mezclamos en un bol la harina con la maicena (harina de maíz).
Añadimos los huevos, la margarina, la fructosa, el chocolate, la pizca de sal y mezclamos. Debe quedarnos una masa manejable y que no se nos pegue en las manos, así que de ser necesario, añadiremos más harina hasta obtener el resultado deseado. Por último damos forma de bola y dejamos enfriar en la nevera (como mínimo debería estar en la nevera una media hora).
Mientras enfría la bola de masa, pelamos las peras y las troceamos. Acto seguido las ponemos en una sartén con un poco de agua y una cucharada de fructosa. Las cocinamos hasta que los trocitos estén blanditos y el líquido se haya evaporado en su mayor parte. Dejamos enfriar y mezclamos con una o dos cucharadas de mermelada de fresa.
Enharinamos una superficie de trabajo y espolvoreamos un poco de harina también por encima del rodillo. Estiramos la masa.
con un cortapastas redondo del tamaño deseado vamos cortando discos de masa. Cogemos los recortes, los unimos y volvemos a estirar la masa, cortando nuevos discos. Repetimos este proceso, hasta terminar con la masa.
Colocamos una cucharada de la mermelada de pera sobre la mitad de los discos.
Cubrimos con la otra mitad de los discos y unimos los bordes con los dedos (como si fueran empanadillas).
Llevamos al horno precalentado, en una placa forrada con papel vegetal, 25 minutos... yo los he tenido 20 minutos a fuego bajo y luego 5 más a fuego fuerte, pero eso ya depende de cada horno.
Dejamos enfriar y servimos.