Galletas craqueladas de calabaza

Las claves

  • Ingr. prin.: Masas y Hojaldres
  • Plato: Postre
  • Estilo: Cocina casera.
  • Ambiente: A diario.
  • Tiempo: alto
  • Dificultad: bajo
  • Comensales: 4

INGREDIENTES PRINCIPALES

  • 100 gr puré de calabaza asada
  • 100 gr azúcar blanquilla
  • 200 gr harina floja blanca o integral (la que prefiráis)
  • 100 gr mantequilla pomada
  • 1 pellizco sal
  • 2 cucharaditas levadura química
  • 1 ralladura piel de naranja
  • al gusto azúcar glas

Preparación de la receta


Cortamos una porción de unos 120-130 gr de calabaza, la pelamos y despepitamos. La cortamos a dados no demasiado pequeños y la ponemos en un recipiente con tapa apto para microondas al 80% durante unos 8-10 minutos, hasta que esté bien tierna. La trituramos bien con la batidora de mano hasta que sea un puré fino.


Ponemos en un bol la mantequilla pomada y el azúcar y mezclamos bien con una cuchara de madera hasta que se hayan incorporado bien.


Añadimos el puré de calabaza a la mezcla anterior y mezclamos bien.


Tamizamos la harina con la sal y la levadura y la vamos añadiendo e incorporando al bol de la mezcla anterior. Finalmente añadimos la ralladura de naranja y mezclamos.


Pasamos esta mezcla a la mesa de trabajo sobre un papel film transparente y la envolvemos en él formando un cilindro. No hace falta que sea de ninguna forma específica, ya que haremos bolitas. Lo dejamos en la nevera durante mínimo 30 minutos (mejor si podéis tenerla una hora).


Precalentamos el horno a 175ºC. Preparamos una placa para el horno con papel de hornear.


Ponemos un par de cucharadas de azúcar glas en un recipiente pequeño o una taza.


Dividimos la masa de las galletas en bolitas, entre 20 y 22, y las vamos pasando por el azúcar glacé, procurando que queden rebozadas con abundancia. Las colocamos sobre la placa de horno dejando un par de dedos de espacio mínimo entre ellas. Cuanto más fría esté la masa, menos absorberá el azúcar glas y mejor os quedará la costra exterior.


Las llevamos al horno durante unos 14 minutos, hasta que al tocarlas con, por ejemplo, el mango de un tenedor, veamos que ofrecen resistencia a la presión. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla.


Foto del plato terminado:

Trucos

El truco es no dejar que la masa se caliente antes de ponerla al horno para que no absorba el azúcar glas y se forme bien la costra.

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