Hervir la calabaza y colar una vez que esté cocida, para que escurra toda el agua. Triturar para hacer puré con ella. Se queda tan blandita, que a mano también podéis hacerlo, sin necesidad de triturarla con robot.

En un bol echamos la calabaza. Y a continuación añadimos el azúcar y la harina más la levadura, previamente mezclados y tamizados.

Por último añadimos el huevo batido y mezclamos, hasta que esté totalmente integrado en la masa.

Calentar una sartén con aceite de girasol y con la ayuda de una cucharilla vamos echando bolitas de la masa

Rebozamos por último los buñuelos en azúcar y canela mezclados muy bien en un plato.

Cuando estéis friendo los buñuelos, llevad cuidado para no quemar un lado más que otro. Tenéis que darle la vuelta rápidamente para que se doren por ambos lados de forma homogénea. Y no tengáis prisa por sacar de la sartén antes de tiempo, no vaya a ser que os queden crudos por dentro. Es preferible que bajéis el fuego a un 7-8, y no a 9. ok? Y si tenéis un termómetro especial para controlar la temperatura del aceite, mejor que mejor. No superéis los 100 grados. Y si no..haced como yo!! controlar que no salga humo del aceite. Si esto pasa, apartad la sartén y dejar que baje la temperatura un poquillo.Sacar los buñuelos cuando estén dorados y dejar escurrir en un plato forrado con servilletas de papel (de las de tipo rollo). De esta manera dejaremos el exceso de grasa en los papeles. Os aconsejo ir cambiando las servilletas conforme se vayan empapando, por otras nuevas, de esta manera evitaréis grasas innecesarias.